Un equipo de investigadores del Advanced Mining Technology Center (AMTC) de la Universidad de Chile,encabezado por el Dr. Humberto Estay, está trabajando en un proceso basado en membranas para recuperar  cianuro y cobre en la minería del oro, el cual se espera que sea más económico, modular y eficiente que los métodos tradicionales. Esta innovación tecnológica, llamada proceso SuCy, se presenta como resultado de un proyecto financiado con recursos del concurso público Fondef ID17I10021.

La iniciativa aborda además otro problema operativo en la minería del oro: “Dada la complejización de los minerales, los contenidos de oro se encuentran finamente disgregados a nivel microscópico. Por ello, la extracción de este oro se realiza típicamente usando reactivos químicos como el cianuro. El problema es que esos minerales más complejos tienen otros contaminantes, como el cobre, por ejemplo. Y el cobre se transforma en una impureza muy difícil de eliminar de la cianuración cuando está presente en ciertos niveles en el mineral de oro. Eso hace aumentar el consumo de cianuro en la planta, además disminuye la eficiencia de los procesos de recuperación de oro y los descartes o relaves terminan con contenidos más altos de cianuro”, explica el Dr. Estay.

Si bien existen tecnologías desarrolladas en los últimos 20 años que están pensadas para recuperar cianuro y/o cobre, el equipo opina que poseen falencias. Por ejemplo, el proceso SART utiliza sulfidización de metales, que se considera eficiente desde el punto de vista químico, pero no ocurre lo mismo con las operaciones unitarias que sirven para recuperar los sulfuros metálicos.

Por eso el equipo de investigación concibió un nuevo método para lograr una separación de minerales más eficiente y en instalaciones compactas. La idea fue generar un proceso completamente integrado por operaciones de separación por membranas, para separar los sólidos que se forman, generando así un producto de cobre de alta calidad y vendible, además recuperando el cianuro en una corriente concentrada. Y junto con el propósito de aumentar la eficiencia se buscó que el sistema ocupe menos espacio en las plantas, para asimismo reducir costos de inversión y que pueda ser transportable en algunos casos.

Tras obtener resultados bastante promisorios en las pruebas de laboratorio en términos de área y de volúmenes a usar, el equipo del Dr. Estay se adjudicó recientemente la segunda etapa del proyecto Fondef, para realizar la validación de los resultados a nivel piloto. “Nuestros primeros dimensionamientos, con los resultados que tenemos a nivel experimental, nos muestran que podríamos llegar a reducir el tamaño en una planta hasta siete veces respecto a los procesos de recuperación convencionales como SART y AVR. Eso equivale al menos a un 60% o 70% del costo de inversión de una tecnología convencional. Eso motivaría a muchas plantas, y no solamente de gran minería, a instalar procesos como este, al reducirse el costo y el tamaño. El tamaño es muy importante porque bajan los costos de mantención y de operación, y reduce la complejidad de instalación, pues en este caso, son solo conexiones de módulos de membranas a cañerías y bombas de baja presión”, expresa el investigador.

Otro aspecto relevante de la propuesta implica la seguridad: en los procesos actuales de recuperación de cianuro, todos los equipos deben estar sellados y conectados a un sistema de lavado de gases, por la toxicidad del cianuro y el trabajo a pH bajo, lo que complejiza aún más la instalación de estas plantas. En el nuevo sistema todo el cianuro quedaría contenido dentro de las membranas, por lo que además sería un proceso más seguro para el ambiente y para los operarios.

El paso siguiente de este proyecto es validar los resultados experimentales y operar una planta piloto en condiciones reales gracias a una asociación con la empresa Vipure. Finalizada esa segunda etapa, el nuevo sistema debería quedar listo para su comercialización por parte de la industria minera.