Siempre he sido un convencido que la innovación no nace de las empresas sino de las personas innovadoras que están en ellas; y han sido estos dos años a la cabeza de MINNOVEX los que me han permitido confirmarlo. Si bien las empresas y sus culturas pueden estar diseñada para promover o sepultar las buenas ideas, si no existen las personas creativas y entusiastas, la innovación no ocurre. Más aún, si estas personas no están en contacto con otras que están en la misma parada, la innovación se hace aún más cuesta arriba. Esta experiencia me ha permitido, además, reforzar mi convencimiento que, parte importante del rol de todo empresario y ejecutivo es comprometerse y participar en una organización empresarial y compartir ideas, experiencias, penas y alegría y, sobre todo, colaborar. Pero como persona con una empresa a sus espaldas y no al revés.

De este ejercicio constante es donde las ideas crecen y germinan, y donde la asociatividad duradera nace. De aquellas personas que conectan entidades. Porque son las personas y no las empresas, quienes se deben conocer para aventurarse a crear valor conjunto; ya sea participando en un proyecto, prestándose servicios, o incluso desarrollar tecnologías desde etapas tempranas. Poder ver que eso pasa efectivamente en MINNOVEX es algo que me satisface y llena de orgullo; me devuelve, en parte, la fe en la humanidad.

Y si bien las razones para participar en MINNOVEX son variadas, personalmente creo que donde más valor aporta es que te permite conectar con gente extraordinaria. Gente entusiasta, que sabe cosas que tú no; gente con mucha energía, conocimiento e ideas; y, sobre todo, con las ganas de hacer cosas nuevas, ser relevantes en el desarrollo del país y ser finalmente reconocidos como actores claves en el ecosistema minero y la matriz económica nacional. Ese entusiasmo se ve reflejado en el reconocimiento público que hemos logrado como organización. No por nada hemos sido actores relevantes en el desarrollo de la Política Nacional Minera, la Mesa de Minería Verde, la corporación Alta Ley, el Centro Nacional de Pilotaje, entre otras.

Como organización hemos podido canalizar la participación de nuestros socios en la esfera de lo público, con foco en aportar la visión y experiencias de los proveedores mineros tecnológicos chilenos en el desarrollo de iniciativas y proyectos públicos y público-privados, visibilizando los desafíos de innovar en minería y las oportunidades que presenta internacionalizar la oferta de productos y servicios mineros intensivos en conocimiento para nuestro país. Es aquí donde se enmarca el trabajo realizado durante el año en torno a las políticas públicas y al relacionamiento ecosistémico que creemos debe ocurrir. No sólo relaciones transaccionales.

Somos una asociación empresarial relativamente joven, aún pequeña, pero que ha logrado influir y que tiene un futuro muy propicio por delante, por lo que espero que tanto nuestros socios como las futuras directivas sepan aprovechar los desafíos y oportunidades que deberá enfrentar esta industria para estar siempre vigente, participativa y propositiva.

Quiero dejar el siguiente mensaje para todos nuestros socios quienes; a los que acompañan continuamente en nuestras actividades y también para aquellos que quizás nos tienen un poco de lado: MINNOVEX rinde frutos en la medida que cada socio participa activamente en ella con creatividad, inteligencia y espíritu asociativo y colaborativo. La era del liderazgo se acabó. Esta es la era de la colaboración; y es nuestra asociación quien encarna justamente ese espíritu.

Juan D. Rayo